LA EUROPA QUE QUEREMOS: SOLIDARIA, ECOLÓGICA Y DEMOCRÁTICA
Intervención de Florent Marcellesi en el acto del Día de Europa del 9 de mayo de 2018
Verán ustedes,
yo soy nieto de abuelos polacos que se conocieron en un campo de refugiados en
Alemania al final de la segunda guerra mundial. Hace exactamente 70 años, mi
abuela, Wiktoria, cruzó con un bebé en brazos el puente de Europa que ayer
separaba y hoy une Alemania con Estrasburgo. A mi abuela, que se fue demasiado
temprano, le gustaría saber que hoy su nieto, nacido en Francia, es
eurodiputado por España y sus bisnietas una mezcla interminable de culturas y
lenguas europeas. Le gustaría saber que dentro de la Unión Europea llevamos más
de 70 años en paz. Que hoy ya no hay casi fronteras entre países europeos, que
las últimas dictaduras europeas han caído, que existe un Parlamento Europeo
directamente elegido por la ciudadanía europea, que tenemos los estándares sociales
y ambientales más altos del mundo.
Sí, se alegraría
de todo esto al igual que yo me alegro y defiendo desde el Parlamento Europeo
este legado común. Nuestro legado. Quiero 70 años más de paz y de prosperidad
para mis hijas y mis nietas.
Al mismo tiempo
no le gustaría ver la falta de solidaridad con las personas refugiadas que
buscan paz y seguridad en Europa, los ataques a la libertad de expresión o caso
como La Manada, el aumento de la xenofobia o caso como la manada, como crece la
desigualdad mientras persisten los paraísos fiscales, como el consumismo devora
la sociedad y damos la espalda a la naturaleza, como los intereses económicos y
corporativos se anteponen demasiado a la lucha frente al cambio climático, a la
transición energética o una política de residuos sostenible, o como los
dinámicas nacionales no velan siempre por el bien común europeo.
No, esta parte
no le gustaría. Pero al igual que luchó para buscar un futuro mejor para sus
hijos, somos cada vez más españolas y españoles, europeas y europeos, dentro y
fuera del Parlamento Europeo que, en base a nuestro legado común, trabajamos
por hacer de Europa un continente más solidario, ecológico y democrático.
Una Europa de
los derechos donde ninguna persona es ilegal, donde la Carta de los Derechos
Fundamentales es vinculante a todos los niveles y donde No es No.
Una Europa cuya
economía está al servicio de las personas y del planeta, donde la economía
social y solidaria es un pilar fundamental para nuestro presente y futuro, y
donde hay alternativas a la austeridad.
Una Europa
social donde ya no hay competencia entre personas trabajadoras de diferentes
países, donde el salario mínimo europeo es una realidad y donde la Carta Social
Europea guíe nuestros pasos.
Una Europa
ecológica donde la lucha por el clima es el la prioridad máxima, y donde la
agricultura y alimentación riman con salud, sostenibilidad y respeto con los
animales.
Una Europa
democrática donde la transparencia y la rendición de cuentas es una realidad en
cualquier consistorio, parlamento, gobierno y consejo, y donde la ciudadanía
europea son las nuevas madres y padres fundacionales de la Unión Europea.
En definitiva
una Europa ciudadana que junto con sus municipios, regiones y Estados esté a la
vanguardia mundial de la los derechos, la sostenibilidad y la democracia.
Esta Unión Europea es un proyecto vivo. Pertenece ante todo a la
ciudadanía. Y su éxito y futuro dependerá de nuestra ilusión y empeño. Para que
nuestros nietos nunca tengan que decir que sus abuelos fueron refugiados. Para
que miremos al futuro con esperanza. Con más solidaridad, ecología y
democracia: está en nuestras manos conseguirlo. Gracias.
Florent Marcellesi, eurodiputado de EQUO