EL DISCURSO QUE NO PUDE PRONUNCIAR EN EL PLENO DE INVESTIDURA
Elisa Díaz: "No dar la palabra a los demás portavoces es la primera vez que sucede en cuarenta años de ayuntamientos democráticos".
"las palabras que no pude pronunciar porque la recién elegida alcaldesa nos quitó la voz a toda la oposición. Las palabras que contienen las bases y los deseos para este tiempo nuevo que se inicia ahora. Hagamos de Alcázar una ciudad donde sea posible otra política".
DISCURSO PARA LA TOMA DE POSESIÓN DE CONCEJALES Y DE
INVESTIDURA DE LA ALCALDESA (15 junio de 2019, Auditorio Municipal)
Señora
alcaldesa, compañeros concejales y concejalas, ciudadanos y ciudadanas de
Alcázar:
Comienza
hoy un nuevo periodo para nuestro Ayuntamiento y para nuestra ciudad. Tenemos
por delante cuatro años, un plazo inmediato para trabajar por Alcázar,
consolidando las fortalezas y reformando las debilidades, uniendo esfuerzos
para que Alcázar crezca y siga mejorando en todo aquello que se pueda.
Felicitamos a Rosa Melchor por su investidura, que la vuelve a poner al frente
de este trabajo colectivo.
En la
Corporación que hoy nace, la correlación de tendencias políticas no ha variado,
pero sí hay una novedad: la mayoría para gobernar solo depende de un grupo
municipal. Las mayorías que se basan en un solo partido tienen beneficios para
ese partido, pero no siempre son buenas para el conjunto de los ciudadanos. En
ese contexto, la labor de la oposición política es determinante y una
característica de la oposición aquí representada es la pluralidad.
En el
Ayuntamiento de Alcázar hemos visto algunos comportamientos inadecuados. Hemos
asistido a plenos en los que la burla del adversario era habitual, el desprecio
era frecuente, los insultos eran demasiados, y los recordatorios de errores
pasados o muy pasados han sido el único argumento. Hemos visto en ocasiones un
trato despótico y pretendidamente hiriente en numerosos debates, y siempre,
siempre, un afán solo electoralista en las intervenciones de quien tenía la
tarea de conducir el intercambio de ideas con ecuanimidad y neutralidad.
Hemos
conocido prácticas de gestión que solo buscaban el beneficio propio, y no el de
la ciudad. ¡Cuántas propuestas de la oposición se han banalizado bajo una
lluvia de improperios, para luego realizarse como si fueran propias! ¡Cuántos
acuerdos se han sellado, sin que después se hayan querido llevar a la práctica
por puro desinterés, por puro tacticismo de partido!
Se había
comenzado el periodo 2015-19 con la promesa de llevar a cabo la recuperación
para la ciudad de Aguas de Alcázar. En lugar de eso, se ha trabajado
incansablemente para que esto se postergara. En lugar de eso, se han
desbaratado todas las posibilidades de conseguirlo. En lugar de eso, se han
pasado cuatro años de cambiantes promesas, siempre incumplidas. Si algún día se
consigue esta remunicipalización, será por una obligación judicial, y nadie
podrá decir que este Gobierno haya liderado el esfuerzo, sino que será evidente
para todos que solo lo habrá hecho forzado por una sentencia y por la lucha
constante de muchos alcazareños y alcazareñas.
Nuestro
voto no ha sido, por tanto, para Rosa Melchor, nos ha defraudado muchas veces y
nuestra confianza en ella ha ido diluyéndose hasta desaparecer.
En la otra
parte del arco ideológico, los grupos de la derecha seguirán defendiendo sus
posiciones sociales. Desde su perspectiva, cada persona es la única responsable
de su circunstancia, ya sea muy buena, ya sea mala, ya sea muy mala. De su
horizonte de planteamientos han desaparecido la solidaridad, la acogida, la
integración, la lucha contra la desigualdad. Nuestras bases ideológicas están
en el otro extremo y por eso mismo nuestras posiciones ideológicas serán
diferentes, buscaremos la inclusión y la cohesión social, pero siempre
mantendremos el respeto en la confrontación de ideas.
Durante
los próximos cuatro años tendremos una voz minoritaria en la Corporación. Pero
no olvidamos que esa voz tiene que transmitir el apoyo que nos han dado muchos
ciudadanos. Y no olvidaremos que su voto tiene que ser no solo representado,
sino también escuchado y respetado en el Ayuntamiento. Desde esta minoría vamos
a desarrollar una oposición activa, de propuestas, de colaboración al bien
común de nuestra ciudad.
La
democracia tiene unos principios sólidos, entre los cuales destacan las formas
y el respeto a las minorías. La tiranía es la eliminación de la minoría, es el
encierro de su voz en una caja dentro de la cual no se puede hablar. La tiranía
es no querer que se oiga la voz de todos, la imposición de la mayoría mediante
el desprecio y la anulación de las minorías. Reivindicamos hoy y
reivindicaremos siempre el papel activo de esa minoría, que es la palabra de
muchos ciudadanos.
Y siempre
fieles a su mandato, trasladaremos esa palabra a la institución municipal.
Participaremos en toda la labor del Ayuntamiento, haremos que se nos escuche,
pelearemos por la democracia real, tanto en la forma como en el fondo.
Entendemos además que es deber del gobernante no solo permitir esa
participación y esa escucha, sino provocarlas, buscarlas y añadirlas al
esfuerzo de todos.
La Alcázar
que nosotros defenderemos es una ciudad que sabe adaptarse a cada momento, que
no tiene miedo a las transformaciones, que abraza lo que de bueno tiene el
presente. Una ciudad que sabe despedirse de lo viejo, si eso viejo es también
caduco. La Alcázar que propondremos es solidaria con los que la necesitan, y es
integradora con los diferentes.
Hoy no
podemos dar la espalda al futuro que tiene en cuenta y respeta la naturaleza.
Pero sin caer en palabras vacías ni en medidas sin alcance. Queremos una ciudad
que sepa ser ecologista. Solo así seremos los dueños de nuestro presente.
Queremos ser autónomos en la gestión de nuestras empresas públicas, en la
gestión de nuestras fuentes de energía, en la gestión de nuestra economía.
Basarlo todo en las decisiones que llegan de fuera es el pasado, es adoptar
posturas serviles. No creemos que solo se pueda mejorar recibiendo aportaciones
subsidiarias de otras instituciones mayores.
Nosotros
vamos a luchar por un futuro verde y un crecimiento integrador. No hay hoy más
solución que esa, si queremos de verdad salir de la modorra en la que viven las
ciudades, saltando de una fiesta a otra con la esperanza de que otros nos lo
vayan pagando. Eso lleva únicamente a la dependencia. Nuestro empuje de ciudad,
tantas veces demostrado, es el tesoro que nos garantiza que el empeño será
exitoso.
Con estos
principios, queremos ahora desear a todos los concejales y concejalas, al
Gobierno y a los alcazareños y las alcazareñas, cuatro años de progreso y de
transformación. Suerte y ánimo para todos.
Elisa Díaz, concejala de Equo Alcázar Vecinal