martes, 14 de mayo de 2019

LA MUJER EN LA POLÍTICA


LA MUJER EN LA POLÍTICA


ARTÍCULO DE OPINIÓN DE MARÍA JOSÉ CHICO, candidata número 19 de EQUO a las elecciones municipales de 2019

EQUO es el partido de la ecología, del medio ambiente, de las energías renovables, de las ciudades limpias. Es el partido verde esperanza, esperanza de futuro.
Pero EQUO también es el partido de la mujer, de la mujer y de la familia. De la familia biparental, con o sin hijos, monoparental, adoptiva, de acogida, homoparental o multicultural, porque a EQUO lo que le importan son las personas.
EQUO es el partido donde las mujeres nos sentimos a gusto, libres, sin ataduras.
En menos de cien años, la mujer ha conseguido avances muy importantes en los ámbitos legales, domésticos, socio-culturales y económicos.
Solo el hecho de que las mujeres pudiesen llevar pantalones, fue todo un logro, ya que se consideraba una prenda masculina. Los maridos o familiares cercanos veían como una ofensa que sus esposas vistiesen de esa manera.
Las reglas de la moral y la costumbre, así como los roles de género, han limitado históricamente la libertad de las mujeres para vestirse a su antojo.
Ana Catalina, profesora de la Universidad de Colombia, da testimonio de un contrato de 1923, en el que una maestra aceptaba no fumar, no beber cerveza, no vestir ropas de colores brillantes y usar siempre dos enaguas.


Hace poco menos de un siglo, las mujeres no podían votar en la mayoría de países. Fue Nueva Zelanda en 1893, la pionera en el voto femenino. En España, las mujeres empezamos a votar en 1933, gracias a la valentía de dos mujeres de izquierdas: Clara Campoamor y Victoria Kent.
La posibilidad de heredar, poner una demanda judicial o participar en contratos no estuvieron siempre al alcance de las mujeres. Aunque la herencia fuese legítima, no tenían opción a ella si su marido no concedía el derecho a reclamarla.
La mujer era considerada inferior al hombre en cuento a inteligencia y capacidades en el siglo XIX. Las mujeres no podían votar, ejercer cargos públicos electivos, ni asistir a colegios y universidades, derechos que estaban reservados al género opuesto. Las mujeres que tenían la mala fortuna de pertenecer a la clase social más baja, estaban sometidas a unas condiciones pésimas, sin derechos laborales que las ampararan.
La única función y derecho que se le otorgaba a la mujer, dando igual su clase social, era a parir, un riesgo significativo en aquella época, cuando no existía ni la higiene ni los antibióticos de ahora.
El siglo XX ha sido el del descubrimiento de las mujeres. Es cierto que nos queda mucho camino por recorrer para pasar de los derechos a los hechos, tenemos que pasar de la igualdad legal a la igualdad real, y por eso desde EQUO queremos:
Realizar campañas de sensibilización dirigidas directamente a los hombres, haciéndoles ver la importancia de su aportación a la igualdad real entre los sexos y sobre los beneficios que esta igualdad reportará a la sociedad.
Crear el Observatorio Municipal de publicidad machista, que vigile políticas de igualdad, ofertas de empleo sin sesgo de género, convenios del ayuntamiento con asociaciones o empresas y licitaciones que tengan en cuenta un reparto igual de puestos de trabajo.
Buscar la paridad en las personas candidatas a ser pregoneras en las fiestas locales.
Dotar de mosaicos con la vida de las mujeres en el callejero de la ciudad.
Fijar publicidad en las marquesinas de los autobuses para los chicos con el tema de la violencia de género.
Incluir publicidad en las marquesinas de los autobuses, para unas fiestas libres de acoso.
Dinamizar el Consejo de Igualdad y dar más protagonismo a los movimientos sociales.
Y muchas más  propuestas que llevaremos a cabo si nos votáis.
EQUO os quiere, si vosotras queréis a EQUO, votar EQUO.

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