LA MUJER EN LA POLÍTICA
ARTÍCULO DE OPINIÓN DE MARÍA JOSÉ CHICO, candidata número 19 de EQUO a las elecciones municipales de 2019
EQUO es el partido de la ecología, del medio
ambiente, de las energías renovables, de las ciudades limpias. Es el partido
verde esperanza, esperanza de futuro.
Pero EQUO también es el partido de la mujer,
de la mujer y de la familia. De la familia biparental, con o sin hijos,
monoparental, adoptiva, de acogida, homoparental o multicultural, porque a EQUO
lo que le importan son las personas.
EQUO es el partido donde las mujeres nos
sentimos a gusto, libres, sin ataduras.
En menos de cien años, la mujer ha conseguido
avances muy importantes en los ámbitos legales, domésticos, socio-culturales y
económicos.
Solo el hecho de que las mujeres pudiesen
llevar pantalones, fue todo un logro, ya que se consideraba una prenda
masculina. Los maridos o familiares cercanos veían como una ofensa que sus
esposas vistiesen de esa manera.
Las reglas de la moral y la costumbre, así
como los roles de género, han limitado históricamente la libertad de las
mujeres para vestirse a su antojo.
Ana Catalina, profesora de la Universidad de
Colombia, da testimonio de un contrato de 1923, en el que una maestra aceptaba
no fumar, no beber cerveza, no vestir ropas de colores brillantes y usar
siempre dos enaguas.
Hace poco menos de un siglo, las mujeres no
podían votar en la mayoría de países. Fue Nueva Zelanda en 1893, la pionera en
el voto femenino. En España, las mujeres empezamos a votar en 1933, gracias a
la valentía de dos mujeres de izquierdas: Clara Campoamor y Victoria Kent.
La posibilidad de heredar, poner una demanda
judicial o participar en contratos no estuvieron siempre al alcance de las
mujeres. Aunque la herencia fuese legítima, no tenían opción a ella si su
marido no concedía el derecho a reclamarla.
La mujer era considerada inferior al hombre
en cuento a inteligencia y capacidades en el siglo XIX. Las mujeres no podían
votar, ejercer cargos públicos electivos, ni asistir a colegios y
universidades, derechos que estaban reservados al género opuesto. Las mujeres
que tenían la mala fortuna de pertenecer a la clase social más baja, estaban
sometidas a unas condiciones pésimas, sin derechos laborales que las ampararan.
La única función y derecho que se le otorgaba
a la mujer, dando igual su clase social, era a parir, un riesgo significativo
en aquella época, cuando no existía ni la higiene ni los antibióticos de ahora.
El siglo XX ha sido el del descubrimiento de
las mujeres. Es cierto que nos queda mucho camino por recorrer para pasar de
los derechos a los hechos, tenemos que pasar de la igualdad legal a la igualdad
real, y por eso desde EQUO queremos:
Realizar campañas de sensibilización
dirigidas directamente a los hombres, haciéndoles ver la importancia de su
aportación a la igualdad real entre los sexos y sobre los beneficios que esta
igualdad reportará a la sociedad.
Crear el Observatorio Municipal de publicidad
machista, que vigile políticas de igualdad, ofertas de empleo sin sesgo de
género, convenios del ayuntamiento con asociaciones o empresas y licitaciones
que tengan en cuenta un reparto igual de puestos de trabajo.
Buscar la paridad en las personas candidatas
a ser pregoneras en las fiestas locales.
Dotar de mosaicos con la vida de las mujeres
en el callejero de la ciudad.
Fijar publicidad en las marquesinas de los
autobuses para los chicos con el tema de la violencia de género.
Incluir publicidad en las marquesinas de los
autobuses, para unas fiestas libres de acoso.
Dinamizar el Consejo de Igualdad y dar más
protagonismo a los movimientos sociales.
Y muchas más propuestas que llevaremos a cabo si nos
votáis.
EQUO os quiere, si vosotras queréis a EQUO, votar
EQUO.
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